My phrasebook

Siempre recibimos cuando damos.

Una canción

lunes, 15 de noviembre de 2010

Blues stories

Ésta es la historia de un muchacho pobre. Aquel muchacho tenía la sonrisa más agradable del mundo, era una sonrisa franca, sin concesiones, solía ser breve en la extensión de sus comisuras y rápida en su manera de abrir la boca. Es entonces cuando el labio superior se le plegaba y dejaba asomar unos dientes blanquísimos. Al hablar tenía una forma peculiar de asomar las paletas mientras balanceaba la cabeza. Y de pasarse los dedos por la sién. Más que hablar, narraba. Relataba, fabulaba, explicaba, enseñaba sin aleccionar. Uno perdía la cuenta de los temas que ensartaba, pero nunca te perdías en los circunloquios de sus historias. Siempre había un punto de referencia invisible al que llegaba. Pero llegaba a su estilo. Ese estilo, el más antiacademicista que he visto, era el mejor. Si me preguntas por qué, no lo sé. Me gustaba. El placer de escuchar a ese muchacho podía superar al chocolate. Te quitaban el postre y salías ganando con la conversación de aquel muchacho.



Aquel muchacho tenía una bicicleta. La había acondicionado para que un pequeñajo se subiera en ella pero no podía llevársela. Por aquél entonces los kilómetros se le acumulaban en su cuerpo, fornido, nada atlético. Un cuerpo para luchar de alguien que sólo utilizaba la palabra para razonar. El suyo era un pacifismo sutil, sin palabrerías ni demostraciones. Llevaba luchando toda su vida ante mil avatares y siempre salía de ellos. Maltrecho, dolorido, diríase que haste perplejo, pero entonces cogía un Jack Daniels y te contaba una historia. Y siempre una con sonrisa en los labios. Pero no era una mueca o un gesto en la cara, no. Era una expresión que nacía en sus ojos, que aleteaba en su nariz grandota y que te llegaba sin rodeos. Era una sonrisa con chispas, con mucho brío, sin estridencias. En ocasiones era una sonrisa cálida que te envolvía y te abrigaba como si lo hicieran sus fuertes brazos.



Aquel muchacho tenía una guitarra. Conocía los compases antes de tenerla por vez primera en sus manos. Sus correrías le llevaban la delantera. Eran muchas vidas vividas, muchas heridas cicatrizadas, muchas resacas, muchos sueños, muchas mujeres de humo y muchos tipos con malos humos. Aquel muchacho era feliz con su guitarra, incansable su manejo con ella. Un día se la quitaron pero sus dedos seguían el acorde porque nadie roba el blues. Nadie roba la ilusión, ni las ganas, ni él animo, ni la entereza. Nadie roba una sonrisa y aquel muchacho tiznado, hijo adoptivo del Mississippi, era un buen derrochador de sonrisa.


Aquel muchacho tenía un amigo. Éste se había sentido solo y un tanto desorientado hasta que recibió un mensaje en cierta lengua que sólo ellos conocían. Y luego estaba otro, amigo suyo de juventud, que desde entonces no podía tener mejor compañero de garitos, de historias, de la vida. También tenía otro amigo. Era asombrosa la buena conexión entre ambos. Más que tocar juntos parecían estar hechos de la misma cuerda. Y luego estaban los otros dos, uno de ellos supo darle justo lo que necesitaba en el momento más apropiado. Tenía amigos. No hace falta que fueran muchos o pocos, que fueran buenos amigos o no. Cada uno se sentía el más importante, el más apreciado por aquel muchacho.



Aquél muchacho tenía libros y con uno de ellos hizo inmensamente feliz a una muchacha. Nunca sabría, el que nada tenía, todo lo que le había dado a ella en aquel mediodía otoñal.






- ¿Aquí acaba la historia?

- Pues no lo sé, me la he inventado sobre la marcha.

- Yo conozco a la muchacha. Ella dice "que todo se arreglará".

- ¡Eso son palabras. No hechos!. Hechos es lo que desprende ese muchacho. Si supieras lo agradable que es siempre. Haya ocurrido lo que sea, sea el momento que sea. Siempre tiene una sonrisa en esta vida de mierda.

- Con una sonrisa como la de ese muchacho la vida deja de ser una mierda.

- Eso es cierto.

Para J.,
en sempiterno estado de apuros con su permanente sonrisa.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Lo salva la música

¿Qué tienen en común Tarantino y Sálvame? Una buena selección de canciones.

Lo sorprendente del programa de televisión es que en medio de tanto cutrerío suenen canciones chulas, que uno acaba tarareando (e incluso identificando en un móvil) una vez que ha dado con ellas.



Porque son canciones actuales que han ido a parar al momento bajada de escaleras de Jorge Javier Vázquez + presentación de colaboradores y al momento publicitario de la revista del programa.



Está claro que sus autores han hecho algo más que vender su alma al diablo al permitir que sus canciones suenen en ese programa por un -buen- puñado de euros pero resulta más plausible el buen gusto de quien las ha elegido.

Empezando por el Sálvame de la otrora Bibi Andersen (hoy rebautizada como Bibiana Fernández). Claro que son los Nancy Rubias los que la rescataron del olvido.



Y rompiendo una lanza en favor del programa, algo que no he leído ni escuchado (ni facebookeado) es la buena labor que hace a favor de la música actual. Y a la chita callando, lo que más me gusta es que lo hace a través de actuaciones en directo y publicitando un Cd. Nada de desfiles de triunfitos trufados con la mierdorrea de kikos y belenes. Todos los días un grupo o cantante nuevo, de esos que sólo conocen en su casa a la hora de comer y que te hacen compadecerlos pensando en el valor de poner un disco en el mercado actual y en las circunstancias actuales.

martes, 26 de octubre de 2010

Lo que siempre quise hacer

Ayer salí de casa a las 7.30 y volví a las 21.45. Todo el día fuera. Trabajando, almorzando y luego haciendo diversas actividades. Por cosas del ajuste de horarios me falta o me sobra tiempo; en el peor de los casos cruzo los dedos para que haya una combinación de Tussam y en el mejor de los casos doy un agradable paseo por las afueras del Parque de Mª Luisa y leo un poquillo.

Los lunes y los miércoles estoy asistiendo a clases de inglés e italiano. Los martes y los jueves doy clases de español a extranjeros y voy a natación (ejem, esto se ha quedado en un debo y no quiero, como fue lo último que planifiqué en proporción directa a las ganas que tenía: cuando llegué al gimnasio no quedaban plazas). Los viernes es mi día de descanso. Una generosa ración de sillonball para mi maltrecha columna vertebrral (extiéndese el término de maltrecho a las rodillas y a toda la espalda). Y los fines de semana son variables como el tiempo (nunca mejor dicho, ¿os habéis fijado que el buen tiempo qué está haciendo se estropea los findes?).

Recuerdo 3º de Bup como un año cultureta y en el que supe que lo que más me gustaba era precisamente lo que hago ahora: salir de casa y no regresar hasta la noche. Tener las mañanas ocupadas (estudio/trabajo actual) y tener las tardes libres. Para ir a conferencias, exposiciones, apuntarme a cursos, al gimnasio, ir de compras evitando así las aglomeraciones y anticipándome al "no quedarme sin lo que vi". Y entre cada estadía, equiparables en realidad a dos mundos contrapuestos pero imprescindibles: el trabajo me da el tiempo y el dinero para el ocio y el ocio me libera de la carga del trabajo; el almuerzo. Si en época de vacaciones adoro desayunar fuera, me encanta almorzar fuera en días laborales.

En la época de Cefoec (aquellos que me conocen, saben que fue una de mis mejores épocas de mi vida), solía quedar para almorzar algún día al mes. Ahora como fuera dos días a la semana y como es cuestión de horario me apaño con unos sandwiches. Lo que ahorro repercute en mis excursiones del Románico y los viajecitos que estoy planificando.

En realidad son días solitarios pero precisamente ese matiz es el que me distingue y sobre todo me apetece. Y como aprender es lo que más me gusta, por eso me gusta apuntarme a cursos y asistir a cosas que me interesan. Nunca entendí que para hacer tales actividades necesitara acompañante pero aún así es inevitable que me pregunten "¿y vas sóla?" o que recalquen "que no conzco" cosa que deja de ocurrir a los dos minutos de haberme sentado en algún sitio.

Sólo hay una "pega" a mi estilo de vida actual. Este blog. Ainss, qué abandonaíllo lo tengo al pobre. De la Blogosfera ando medio desconectada. Sigo algunos blogs, los que me llegan a través del Facebook, fundamentalmente, pero los ojeo desde el ordenata del departamento y poco más. Ganas no me faltan, ni temas, pero Cronos debería regalarme algunos minutejos.

jueves, 14 de octubre de 2010

El espía de Arturo

Os propongo el siguiente acertijo basado en el pensamiento lateral:

En la época del rey Arturo, un espía de Camelot, debía entrar a un castillo para poder investigar cuáles eran los planes de los enemigos, pero al llegar descubrió que las puertas del castillo estaban cerradas, así que se dijo. ¿cómo podré entrar?...ya se, esperaré y observaré cómo entran los demás...?, dicho y hecho, se escondió entre unos matorrales y se quedó observando....

Llegó un soldado a las puertas del castillo, el vigía de la torre le dijo: ¡dieciocho! a lo que el soldado contestó; ¡nueve! y abrieron las puertas..., al poco rato llegó otro soldado, el vigía le dijo ¡catorce! y el soldado respondió: ¡siete! y abrieron las puertas...., más tarde llegó otro soldado y el vigía le dijo: ¡ocho! y el soldado le respondió: ¡cuatro! y abrieron de nuevo las puertas....

El espía de Arturo que había estado observando pensó que lo tenía muy fácil para entrar, se acercó a la puerta, el vigía le dijo: ¡seis!, a lo que el espía contesto: ¡tres!...El vigía cogió un arco y lo mató...

¿Qué es lo que tenía que haber dicho el espía para poder entrar en el castillo? ¿Por qué?

viernes, 24 de septiembre de 2010

Vinieron las lluvias

La lluvia golpetea los cristales de un salón en penumbra donde destaca la silueta del sillón que acoge una figura pequeña acurrucada en torno a un libro entre sus manos y pese al aire frío que circula por las callejuelas, ella deja un resquicio de ventana abierta para que se cuele el olor querido a tierra mojada y le haga sentir emociones infantiles de antaño acompasadas por el tic tac del reloj que avanza imparable hasta dar la hora en que se mezclará en el bullicio vivaracho de un café y templar el corazón con las risas de amigos y un buen chocolate.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Hicieron bien en juntarse (When legends gather, 5)

En esta ocasión no hay fotos de grupos sino que los encuentros "extraños" se dan de dos en dos, ya saben lo que abundan las extrañas parejas.


Woody Allen & Michael Jackson


William Burroughs & Joe Strummer


Marguerite Duras & Michelangelo Antonioni


Sal Mineo & James Cagney


Bowie & Liz

martes, 21 de septiembre de 2010

La sombra silenciosa

Hoy es el día del Alzheimer. En el enlace pueden leer información referente a esta enfermedad a la que se le dedica un día como a tantas otras enfermendades malditas que asolan hoy día nuestro mundo. Quizá sea el cáncer la más temible pero a mí el Alzheimer, y todo el conjunto de enfermedades neurodegenerativas, son las que más pavor me dan.

La pérdida de la idiosincrasia de tu personalidad me puede parecer más terrible que el dolor más agudo o la agonía más lenta. En mi familia, que yo sepa, no hay antecedentes, pero mi forma de ser dispersa, con déficit de atención, tendenciosa a la fantasía desmedida junto a una más que precoz inclinación a acumular objetos, me llevan a pensar que pueda ser propensa a un síndrome de Diógenes (como ya llegué a postear en varias ocasiones), a brotes de esquizofrenia junto a una irremediable demencia senil.

Como siempre he gozado de una extraordinaria memoria, me llama la atención el Alzheimer precisamente. Además siempre he vivido del pasado. No de las rentas de lo vivido sino que siempre he personificado mucho mi infancia sobre todo y mi adolescencia. Me acuerdo de las cosas con facilidad pero el haberlas retrotraído al presente tantas veces también influye. Y algo que me perturba es cómo el enfermo se percata, a veces con mucha antelación. Me he dado cuenta con el caso de Pascual Maragall que protagoniza el documental Bicicleta, Cuchara, Manzana, las tres palabras que hacen repetir al enfermo para medir el grado de deterioro. Un lentísimo proceso. No sé si es más cruel eso que una muerte sobrevenida pero ya digo, me llama la atención que el propio enfermo sea consciente y se percate de los primeros síntomas. Porque una vez que la enfermedad avanza, serán los familiares, la gente que le rodea en general los que lo vivan y lo sufran. Una vez más, se pone de manifiesto el sacrificio del familiar acompañante.

Pero la crueldad de esta enfermedad no se limita a cuidar de un enfermo sino en presenciar, día a día, la pérdida de identidad.

Qué somos los humanos sin memoria. Qué somos sin recuerdos. Qué somos sin reconocer al otro. Qué somos sin saber quiénes somos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Una gótica en tierras castellanas

El pasado sábado 11 me fui a Soria en pos del Románico. Antes de contaros la formidable excursión, lo que descubrí y cómo me fue en mis transportes solitarios, os hablaré de la web porque merece la pena conocerla y puede que os guste también apuntaros.

Se trata de Arteguías, una web amateur que no por ello acumula unos cuantos años de presencia en la red y atesora, nunca mejor dicho, un buen número de buenas fotografías y de información práctica del Románico en concreto y de la Historia Medieval, en general. Conocía la web y seguro que más de uno ha pasado por la misma porque a través de Google imágenes está muy bien posicionada. Pero fue este verano cuando descubrí de casualidad que organizan excursiones para conocer el Románico. Específicamente lo de Románico porque la web va ligada a la asociación Amigos del Románico y he descubierto que hay un movimiento singular en torno a la sensibilidad y características de ese estilo medieval, tan castellano, por otra parte.

Salvo ilustres ejemplos en Baeza, el Románico no se da en el Sur, como se sabe, por eso, nuestra sensibilidad artística se nutre del Gótico y especialmente del Barroco. En mi caso, que soy medievalista, también me identifico más con el arte urbano, burgués, afrancesado y de ingeniosas soluciones que representa el gótico. Pero como me gusta mucho el Arte y me queda tanto por descubrir, aquí mismo en la península, me entusiasmó la excursión. Como le comenté después a mi amiga P., me recordaba la época que salía con J.A. y nos parábamos en medio de la carretera a ver cualquier castillo o ermita (así descubrimos, por ejemplo, Frómista, camino de Silos, vi un cartel y solté un tremendo "¡paraaa!").

Y todo en un día. Con J.A. era igual. Nuestro límite eran los 300 kms. Desde Madrid, la cosa cambia, por eso, esta excursión la planifican en un día, da tiempo de sobra. Pero me gustaba tanto la idea y me apetecía tanto ir que hasta me pareció pintoresco moverme desde Sevilla y para ahorrar money y tiempo no se me ocurre otra cosa que irme en autobús de noche. La ida y la vuelta.

Me pegan esas excentricidades. Pero no he sido la única. Pregunté cuántos iban de la capital y me encontré con bilbaínas, catalanas, gaditanas, almerienses y hasta uno de Canarias. El viaje en sí puede resultar caro: son 89 euros. Yo utilicé la picaresca de presentar mi carnet de la Universidad de Sevilla para que me hicieran un 10% de descuento como estudiante. Incluye el transporte, entradas a monumentos, documentación, explicaciones del guía y el almuerzo. Que no suele ser en cualquier venta del camino. Pensé que se apuntarían jubilados y gente de mediana edad en general. De hecho fui la más joven del grupo, lo que no me sorprendió. Pero sí me llamó la atención el entusiasmo de la gente por el Románico y su escasa, por no decir nula relación con la Historia y el Arte, en cuanto a profesión pero sí en cuanto a conocimientos. Han hecho cursos, asistido a conferencias y leído libros para empaparse del tema. Y su formación es bastante buena pues los términos -arquivoltas, sogueado, tetramorfos, alfices...- que salpicabn las explicaciones les era más que conocidos.

Y el mes que viene, más.

Os dejo con una foto tomada en el interior de la Ermita de San Baudelio. En un próximo post os cuento las peripecias de la excursión.

sábado, 18 de septiembre de 2010

City Quiz (13)

¿Qué ciudad es?

Es la ciudad de Estocolmo

Acertada ex aequo por Ese y Mª Jesús.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Crisis

Llevo días apesadumbrada y en constante reflexión. Darme cuenta de los hechos, asumirlos e integrarlos en la dinámica de mi día a día me cuesta bastante.

Podría tratarse de mera cuestión sentimental pero la hondura de las acciones me llevan a remontarme muchos años atrás y plantearme muchas cuestiones de mi forma de ser y cómo interactúo con las personas.

Con aquellas personas que me han mostrado un cariño que no he visto o que no he correspondido como merecían. A estas alturas me planteo el amor que sentí por J.A. y sobre todo me ronda por la cabeza qué he sentido por J.

Me aferro al trabajo porque es la única parcela lógica que veo ahora en mi vida. Es una isla diminuta en medio de borrascas que descargan ráfagas de dolor, tristeza, perplejidad, inseguridad acrecentada; vestigios de posturas acomodaticias que luchan por permanecer en mi vida cotidiana alimentándose de las horas de soledad.

Me irritan los cambios sobrevenidos, el tener que aprender de los errores cometidos. Busco la calidez uterina de mi mundo de antaño donde la inseguridad y la alegría desmedida campaban a sus anchas. Me siento vieja para crecer, para creer en la fuerza positiva que puede tener una crisis en mi vida, donde podría salir apostando por la imaginación que me regenerara.

En el cielo gris de hoy las nubes se mueven gráciles aun cuando no sopla el viento. Pero giro la cabeza ante la metáfora de la ventana. Aferrándome al ayer, al pasado, a las horas fallecidas, a los porqués. Con destellos de serenidad para querer relativizar las cosas. Con ansias de que pasen los días y los momentos, con tardes larguísimas y noches cortísimas. Sin hablar y en permanente soliloquio imaginario.

Recomponiendo las piezas del puzzle que no encajan, planteándome mil vías de reconstrucción, frenando en vano en la caída y avanzando a tientas en el desaliento.

Deseo permanecer sola; tal es el miedo a herir a los demás. Incluso a mi hermana que es a la que más debo cuidar. Anhelo pasar de puntillas entre la gente, no más huellas que se borrarán, no más lazos que se romperán. Lo curioso es que llevo años respirando en mi burbuja y no era consciente de lo que transpiraba.

El hacer el bien puede convertirse en una obsesión y ahora me planteo el daño que puedo llegar a hacer. Y el tinte de estulticia que lo tiñe todo puede llegar a ser insufrible. Seguiré reflexionando. Sobre lo ocurrido, sobre mi forma de ser y sobre cómo encauzar mi vida.

viernes, 27 de agosto de 2010

Abriendo puertas

Eeooo

¿Hay alguien ahí?

Esperad un momento que encienda la luz, ¿ahora? ya se ve un poco mejor que estaba esto en plan cuarto oscuro. Voy levantando las persianas, los postigos, abro las cancelas, los portillos, voy a descorrer las cortinas, aparto los visillos.

La luz de la tarde aún nívea se filtra a través de la cristalera y va inundando la estancia. Ya se ven los posts aunque la barra lateral parece estancarse.

Poneos cómodos, el sofá ya no lleva sábanas de funda, os sirvo un café y unos pastelillos, o una limonada y unos helados, o unas gambitas con oloroso de la tierra. Id pasando, hacia el final queda sitio, sí, allí hay donde sentarse, he puesto varios pufs. Suena la música que se entremezcla con el bullicio y las risas. ¿Muchos chapuzones en la playa, te pudiste leer aquel libro que siempre empezabas? Qué fotos más simpáticas del Camino de Santiago, oye tú vienes muy delgado, ¿cómo? que tu chico pilló una salmonelosis, anda y lo llevásteis a Terra Mítica.

Gracias a todos por venir. Brindemos por el reencuentro, ¿no os parece?

miércoles, 11 de agosto de 2010

De costa a costa

La que es llamada The main street of America, la Route 66, más mítica que transitada, no transcurre de costa a costa.

Recorrer Estados Unidos desde la urbana costa este a la playera costa oeste es el viaje soñado por muchos, empezando por ésta que escribe. Y toda una sugerencia de verano para proponer.

Por eso me ha gustado tanto este video realizado con el vertiginoso stop motion y que recorre todo el ancho del país: de Nueva York a San Francisco, pasando por ciudades, pueblos, carreteras y caminos. Al más puro estilo yankee. El recorrido puede verse en Google maps con fotos y anécdotas.



¿Y qué pasa a la inversa? Pues de Los Ángeles a Nueva York tenemos este video, rodado con la técnica del time lapse, en coche y con más minutos.

miércoles, 14 de julio de 2010

Un verano diferente

Este año también me toca trabajar en verano, y aunque no serán los dos meses completos ésa no es la principal diferencia con años anteriores. Este año trabajo pero no es lo mismo como cantaba aquél.

Estaré trabajando en julio y en agosto. Sólo me corresponde una quincena (en realidad 11 días hábiles que se convierten en 19 días), así que descansaré del 13 al 31 de agosto. Pero este fin de semana puede que haga una escapada. Me he cogido el lunes y aunque los planes inicales se han desbaratado puede que surja algo o simplemente me vaya a la playa.

Este año me encuentro muy animada y haciendo muchos planes y llevando a cabo ya algunos proyectos. Sigo estudiando francés, colaborando en el proyecto de las Salesianas y en el otro de cooperación (el de la foto de la columna de la derecha), y saliendo mucho.

También me encuentro animada con el trabajo porque desde junio estoy en un destino nuevo que me ofrece bastante posibilidades para el invierno. De entrada tengo una interinidad más larga que la del año pasado y que puede serlo aún más (no digo cuánto por si se estropea xD).

Tengo muchas ideas para el blog y con ganas de escribir pero ahora por una cosa u otra paso menos tiempo con el ordenador, así que por primera vez voy a descansar en la Blogosfera. Será toda una novedad. Acostumbrada a ver los cerrojazos de muchos blogs y continuar ininterumpidamente (hasta ahora mis vacaciones eran en septiembre pero sólo laborales pues como sabéis posteaba en julio, agosto y septiembre). El próximo 30 de julio este blog cumple 3 años. Han sido 36 meses ininterrumpidos de posts y de incursiones en la Blogosfera. La celebración, por todo lo alto, será en septiembre. En julio sí haré alguna reseña. Puede que postee algo, sobre todo porque las ganas no me faltan y tengo un par de post relacionados con el verano. El resto, con todas las ideas que se me ocurran, lo escribiré pero aguardará en el cajón de los Borradores.



Les blogueurs, je vous souhaite un bon été et bonnes vacances
A los blogueros les deseo buen verano y buenas vacaciones

domingo, 11 de julio de 2010

City Quiz (12)

¿Qué ciudad es?

Es Roma. Acertada por Alvira

miércoles, 7 de julio de 2010

When you're 70 in an octopus' garden

Hoy me he levantado con la noticia de que Ringo Starr cumple 70 años. Ahora mismo es el Beatles más longevo. Como se sabe, John y George no entraron en el Olimpo de los rockeros por una muerte lisérgica, sino por un absurdo encuentro y una no menos cruel enfermedad.

Cuando me preguntan por el Beatles preferido suelo aludir al binomio Lennon/McCartney pero acabo decantándome por Ringo. Me parece el más simpático, incluso el más monillo con esa reconocida nariz y esos morritos, y sobre todo el que menos se creyó ser un Beatles. Y siempre queda que supe de los Beatles por él (*).

Leyendo la biografía de Ringo Starr, uno comprueba que por mucho que comparta con sus compañeros de banda -la ciudad natal, ese Liverpool que tanto les marcó, y ese inicio en la música a través del skiffle- les separa una realidad que marca a cualquiera: encadenar enfermedades y pasar parte de la adolescencia en un hospital. Eso dificultó su aprendizaje escolar pero en cambio incrementó su afición y su práctica de la música.

Para bien o para mal, Ringo no fue amigo de juventud como lo fueron Paul y John (como también compartieron pupitres Simon y Garfunkel) y la banda ya estaba formada por lo que fue el último en llegar, allá por 1960 en Hamburgo, sustituyendo a Pete Best, ¡pero menudo reemplazo!.

Ringo es zurdo pero toca batería de diestros y dirigiendo el ritmo con la izquierda da un toque especial con las baquetas, creando un distintivo peculiar. También contribuyó a que la figura del batería fuera un componente más de la banda. Todo ello hacía que incluso se identificara una canción de The Beatles escuchándole sólo a él (**).

Aunque hoy día, especialmente en el día de hoy, se alaba a Ringo como el mejor batería del mejor grupo de todos los tiempos, no es menos cierto que ha sido muy denostado. No componía, no cantaba y optó por ser el más risueño y bromista del grupo, al que mejor le sentaban los disfraces del Sgt Pepper. Pero llegó a componer un par de canciones (Don’t pass me by y la divertida Octopus' garden), puso voz a otras cuantas -una por cada álbum- como Back in the USRR o Yellow Submarine y con su forma despreocupada y a su rollo pero formal en las grabaciones se le bajaban los humos a los divos del grupo.

Ringo Starr se casó con una chica Bond, Barbara Bach, y entró en el mundo del cine como productor y actor ocasional e incluso reside en la actualidad en Beverly Hills (sus contactos con Gran Bretaña son bastante espaciados, salvo el concierto que dio con Paul en Liverpool con motivo de la capitalidad europea de 2008).

Como solista, merece destacar la sucesión de discos sacados al marcado, desde la separación del grupo hasta la actualidad. Precisamente acaba de sacar un álbum que hace el decimoquinto. Eso sí, no ha lacanzado ningún número uno como solista y los muy incondicionales son los que señalan la agenda con las giras de su All Starr Band.

La imagen de Ringo Starr, negra barba, delgado, cada vez menos anillos, se mantiene en las últimas décadas. Y un gesto sempiterno: el símbolo de la paz y el amor con los dedos. Ése es el mensaje que ha querido difundir en el séptimo día del séptimo mes del septuagésimo aniversario. Lo celebrará como sólo cabe esperar, tocando con su banda.





(*) En mi libro de inglés de 5º de Egb había que deletrear su nombre, yo pregunté qué era y oi el nombre del grupo por primera vez. Al poco tiempo, en la tele pusieron unas cuñas con el Twist & Shout.

(**) Áun recuerdo aquel concursante del Tiempo es Oro que acertaba las canciones de los Beatles por los tres primeros acordes de cada canción según se abrían unas cajas.

jueves, 1 de julio de 2010

Agenda cultural para el verano en Sevilla

La ciudad de Sevilla se asocia a la primavera, como las torrijas, nuestras fiestas y la suavidad del clima. Visitar Sevilla en verano no es nada recomendable y los que nos quedamos aquí sabemos lo que es sufrir altas temperaturas. También se puede visitar Sevilla en otoño, a veces el mes de octubre es bastante templado y ese clima benigno se prolonga hasta noviembre.



Cuando vemos a grupos de guiris marchar en fila por la Avenida con paraguas a modo de parasoles, a parejas que se defienden del sol con el plano de la ciudad modo de visera o a estudiantes Erasmus zambullirse en las fuentes como gitanillos del Vacie , no podemos sentir otra cosa que compasión por compartir con los lugareños la implacable huella de Lorenzo.

Aquí estamos acostumbrados a las veladas (en los últimos años han proliferado las de Hermandades (*) que se suman a la Velá de Santa Ana), a los veladores (lo de terrazas lo dejamos para el centro de la Meseta) y a mirar el calendario con fijeza para poner rumbo a la playa en cuanto podemos.

La oferta de actividades siempre ha sido escasa en parte por la climatología y en parte por la relativa cercanía de la costa. Hay familias que no pueden veranear en la playa pero si pueden se buscan una alternativa en la piscina, Aquópolis o en Isla Mágica. Por no hablar de la playa (sic) de María la Trifulca o el Club de Campo Raca, ¿qué familia pija no estuvo apuntada en los 70?. Como ven, trasladamos el concepto más veraniego a la ciudad.

La vida sevillana durante el verano es bipolar, con un denominador común entre los dos momentos del día tan extremos. Se buscan las primeras horas y las últimas horas del día. No vivimos la madrugada en verano no porque aquí no haya San Juan, ni hogueras en la playa, sino porque tenemos nuestra Madrugada. Se busca la fresquita de la mañana y el frescor de la noche. Entre horas, nos queda el trabajo y si estamos de vacaciones el quedarnos en casa.

Si os gusta madrugar, las mañanas de verano en Sevilla ofrecen hacer algo distinto al resto del año. Pasear.

Encontrarse con sitios de antaño y redescubrir la ciudad. Yo tengo la costumbre de pasear y de patearme la ciudad. Me gusta callejear por el centro, pasear por los arrabales y recorrerme la ciudad. Sevilla es chiquita, créanme. Sales de la Encarnación por la calle Regina y llegas a Feria que desemboca en la Ronda. Sales de Puerta Jerez, atraviesas Plaza de Cuba y ya estás en Triana. Y en verano es la ocasión ideal para visitar aquellos sitios que durante el resto del año las circunstancias del día a día no lo permiten. Pongo como ejemplo la Iglesia de San Luis.

El mejor paradigma del barroco andaluz que queda oculto a muchos ojos sevillanos por desconocimiento. Está a punto de cerrarse para su rehabilitación, por lo que este verano es la ocasión para descubrir este recoleto y singular templo. También hay infinidad de conventos o monumentos civiles como el Palacio de San Telmo (sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía) o el Hospital de las Cinco Llagas (sede del Parlamento Andaluz).

Y una pregunta que lanzo a los blogueros autóctonos:

¿Conocéis la Torre Oscura de Sevilla?

Me pasé años queriendo ver una en la ciudad después de visitar las de Cádiz y Jerez. Me pareció una idea fantástica que multiplica las oportunidades de vistas panorámicas de la Giralda. Por no hablar de la ocasión de visitar la Torre de los Perdigones que es donde se aloja. No sé si os pasa como a mí que tengo la innata tendencia a querer conocer aquello que no se muestra. Durante años la torre estuvo abandonada y a punto de ser demolida. Yo la veía asomarse y conocía su construcción y uso por un trabajo que hice de arquitectura industrial en la ciudad, pero era imposible adentrarse en ella. Merece la pena subir por la torre y conocer la cámara oscura, ese artificio de lentes y espejo para ver "en vivo" la ciudad y alrededores.

Para los que somos noctámbulos, las noches de verano pueden ofrecer más posibilidades. Pasear por Sevilla de noche es una estampa preciosa, un rato inolvidable y una óptica de la ciudad muy diferente.

Foto tomada de Foto pasión de Enroba (ver más fotos)

La brisa del Guadalquivir se abre paso entre los restos de la canícula y nos anuncia el dominio de Selene sobre la luz crepuescular. Es la hora de refrescarnos por enésima vez y acicalarnos. Los ánimos mejoran y buscamos el ocio. La cervecita y los caracoles nos llaman en los sms que nos mandan los amigos. Si estamos de vacaciones no habrá límite de horas y la noche puede ser tan larga como sugerente.

Como el verano lo trastoca todo, hasta el cine cambia. Cambia de nombre, de emplazamiento y de cartelera. El Cine de Verano ha sido emblemático durante décadas y ha marcado infinidad de preludios cinéfilos. El enorme cambio que han experimentado los cines ha afectado en mayor medida a los cines de verano. Ya no son el referente del ocio veraniego pero nos sigue gustando ir al cine y nos sigue gustando lo pintoresco de la oferta. Curiosamente las proyecciones que se dan ahora en Sevilla, provienen de organismos oficiales y no de empresas privadas. ¡Bienvenida sean las iniciativas!

Sí hablo en plural porque se trata de dos. Al tradicional Cine de Verano de la Universidad de Sevilla se suma el de la Diputación de Sevilla. Ambos organismos planifican una oferta cultural para todo el verano que en los últimos años viene mejorándose notablemente. La Universidad ha agrupado su oferta cultural en el Cicus. El proyecto se denomina 21 Grados y ofrece exposiciones, conciertos, películas, espectáculos de danza, etc apostando por la vanguardia y la difusión de trabajos universitarios (muchos de los proyectos corresponden a premios universitarios). Desde la carrera el verano era sinónimo de reencontrarme con el cine clásico en pantalla grande y en VOS. Y a ello le añadimos la singularidad de estar en el patio del Rectorado, del siglo XVIII. Este año la sede

La propuesta de la Diputación se llama Asómate al patio. Es una propuesta similar aunque no tiene el carácter gratuito de la anterior. Y como la demanda responde hay que planificar incluso el acudir comprando las entradas con antelación. En contrapartida su oferta se ajusta más a los gustos del mainstream en las películas que proyecta (la oferta de cine clásico es menor) y los espectáculos que ofrece.

Durante el verano, el teatro queda asociado a grandes festivales que tienen lugar en marcos incomparables como el Teatro Romano de Mérida. Sólo he podido asistir una vez pero fue la mejor ocasión: ver a Nuria Espert en el papel de Medea. No conozco el Corral de Comedias de Almagro pero he podido ir varios veranos al Castillo de Niebla. En Sevilla no hemos tenido nada parecido salvo el Festival de Danza de Itálica. Hasta que una compañía de teatro tuvo el magnífico propósito y sobre todo el empeño de representar obras de nuestro teatro clásico durante el verano en Sevilla. Se trata de la compañía Teatro Clásico de Sevilla. En sus inicios, con más ilusión que medios, tuvieron la feliz idea de restaurar la costumbre de representar Don Juan Tenorio durante el mes de noviembre. Y desde hace un par de años gracias a sus representaciones estivales podemos disfrutar de obras del teatro barroco español y de enclaves como el Palacio de la Buhaira y las Reales Atarazanas. Éstos últimos junto con los arriba mencionados merecen la pena verse en el anochecer y completar la visita a la luz del día.

Y como dirían los yanquis last but not least, hay una obra de teatro que proximamente se va a representar. Está dirigida por Juan Duque, actor onubense afincado en Sevilla más conocido en la Blogosfera como Luz de Gas. Sí, se trata del radioblog que desde hace unos años es punto de encuentro entre blogueros.

Se trata de Las Preciosas Ridículas, de Molière, que se va a representar los días 7-10 de julio en Escénica de la calle San Luis. Y un aliciente para los bolsillos es que la entrada es gratuita hasta completar aforo.


Las vacaciones son añoradas, recordadas y ansiadas durante el resto del año. No conviene tampoco saturarlas de actividades y acabar reventao de ellas. Si no descansamos y desconectamos (**) durante las vacaciones no se considerarán como tal.



Pero merece la pena una inventiva para hacer cosas diferentes... en el lugar de siempre.


(*) algunas se mantienen e incluso se van consolidando, otras en cambio son fruto del entusiasmo de un año y se quedan en eso. Hace justo un año, tuve la "mala suerte" de que la Hermandad de
Santa Lucía decidiera estrenarse con su velada un fin de semana anterior a mi examen de oposiciones.

(**) siempre he sido enemiga de los deberes de verano para aquellos niños y adolescentes que aprueban el curso.

sábado, 26 de junio de 2010

Mademoiselle Dorleac

En ocasiones puede ser una ventaja que se alarguen las cosas. Algo así me pasó con Catherine Deneuve. Durante años, en los 80, la imagen (y la información) que tenía de ella procedía de sus apariciones en el ¡Hola! del brazo de Yves Saint Laurent en los desfiles parisinos cuando no de las fotos publicitarias de su perfume.

La consideraba una actriz francesa retirada hasta que la vi en Indochina (1992). La película en sí es la versión franco-manglaresca de Memorias de África que no despierta demasiado interés por sí misma. Es la fotografía y sobre todo las interpretaciones (la de Deneuve y la de Vincent Perez por entonces liado con Carla Bruni fue la razón de que viera la película). Años después descubrí el rol con esa extraña combinación de gelidez y sensualidad que desplegó la Deneuve en los 60. La vi en Belle de Jour y en Tristana.

Hace un par de años leo sobre su hermana Françoise Dorleac. Y a los pocos meses me entero que echan Les demoiselles de Rochefort en el cineclub de la Ugt. Supe de golpe de la existencia de la hermana, de la actriz y de su trágica desaparición.

Françoise Dorleac era la hermana mayor de Catherine Deneuve. Hija de actores, nació en 1942. Muy pronto deja el instituto y se inscribe en el conservatorio desde donde dará el salto al cine, desfilando también para Christian Dior. En 1964 le llega su primera gran oportunidad y a partir de entonces es requerida por Truffaut y Polanski, entre otros, que modelan su registro de mujer vivaz y elegante a la vez en películas emblemáticas como La peau douce (La piel dura) y Cul de sac (Callejón sin salida).

Animó a su hermana pequeña, Catherine (quien tomó el apellido de soltera de la madre) a que se iniciara como actriz. Juntas coprotagonizarían la chispeante y no menos kitsch Las señoritas de Rochefort. Es un musical atípico aunque esté lleno de topicazos: en la Francia de los años 60 Jacques Demy se empeña en homenajear a los musicales americanos, se trae a Gene Kelly como no podía ser menos (fue Un americano en París) y le suelta dos pelucas y dos mandolinas a las hermanas que si no llegan a ser más que encantadoras y suficientemente diferentes entre sí habrían quedado como las Pili y Mili gabachas (sin menoscabo de las Pili y Mili patrias, binomio inseparable y regocijante que adoro).

Recuerdo que cuando vi la película, una vez que superé el estado ojiplático que me dejaba ver aquel estallido de color, de candor y de encanto de villa marítima, me fijaba alternativamente en una y otra hermana, muy parcidas y distintas a la vez. Primero me fijaba en Catherine que parece por momentos más resuelta de lo habitual. Pero no encajaba del todo en el papel de adolescente pizpireta. Luego me fijaba en Françoise, de rasgos más desiguales pero de mirada subyugante. Tampoco me parecía encajar en la edad. Pero esa era lo de menos, parecían dos damas de la escena que rememoraban sus andanzas juveniles muchos ante de que alcanzaran una merecida fama.



Françoise Dorleac falleció en un accidente de tráfico, el 26 de junio de 1967, tal día como hoy. Hacía dos meses que se había estrenado la película y se dirigía al aeropuerto de Niza para tomar un vuelo a Londres para asistir al estreno de la que se convirtió en su última película El cerebro de un millón de dólares. Tenía 25 años. Como dato espeluznante murió carbonizada y el cuerpo quedó tan irreconocible que sólo supieron de ella por un trocito de dni.

Una vida truncada que marcó a su hermana Catherine y a compañeros como el propio Truffaut (quien dirigió a las dos) y una carrera interrumpida que había tenido un despegue espectacular: 20 filmes en 8 años, con renombrados directores.

Dicen de Françoise Dorleac quienes la conocieron que era divertida, de risa fácil, fuerte pese a su aparente fragilidad y con ideas muy claras sobre sus personajes, no era infrecuente que al rodar preguntara muy a menudos sobre los mismos.

No he visto su última película, del bizarro Ken Russell. El tiempo juega a mi favor para descubrir y disfrutar de esta actriz francesa cuyo rostro no envejeció en la pantalla ni en nuestras retinas pero cuya vida debió alargarse.

* Post relacionado: El increíble encanto de Roger Vadim

viernes, 25 de junio de 2010

Si yo fuera

Hace unas semanas, Chema me pasó este meme en forma de cuestionario. Hace tiempo que no circulaba uno por la Blogosfera y éste no lo había respondido. Ahí va:


Si yo no tuviera nombre... me lo inventaría, como he hecho
Si yo fuera hombre... no me imagino como tal, mi personalidad es marcadamente femenina
Si yo fuera mujer sería... lo que soy, tal y como soy
Si yo fuera animal sería... un delfín
Si yo fuera un insecto sería... una mariquita
Si yo fuera un árbol sería... uno frondoso y que diera mucha sombra
Si yo fuera un sentido sería... el gusto
Si yo fuera un elemento sería... agua
Si yo fuera una parte del cuerpo sería... el ombligo
Si yo fuera un adjetivo sería... desordenada (en casa)
Si yo fuera una comida sería... pasta
Si yo fuera una galleta sería... danesas
Si yo fuera una bebida sería... coca cola
Si yo fuera una fruta sería... plátano
Si yo fuera un postre sería... tarta de chocolate
Si yo fuera un olor sería... a libro antiguo
Si yo fuera un sonido sería... el de la lluvia
Si yo fuera un color sería... turquesa
Si yo fuera un trabajo sería... bibliotecaria
Si yo fuera un vicio sería... el alcohol
Si yo fuera una religión sería... judaísmo
Si yo fuera un electrodoméstico sería... batidora
Si yo fuera un objeto de baño sería... el espejo
Si yo fuera un libro sería... El árbol de la ciencia
Si yo fuera un escritor sería... Antonio Machado
Si yo fuera un actor... Montgomery Clift
Si yo fuera una actriz sería... Katharine Hepburn
Si yo fuera una serie de televisión sería... Remington Steele
Si yo fuera un personaje de cine sería... Escarlata O'Hara
Si yo fuera una canción sería... Day tripper (y el resto de Beatles' songs, todas en realidad)
Si yo fuera un grupo sería...The Beatles
Si yo fuera un cantante sería...
Mikel Erentxun
Si yo fuera un disco sería... Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band
Si yo fuera un instrumento sería... la batería o el piano
Si yo fuera un cuadro sería... El matrimonio Arnolfini
Si yo fuera una escultura sería... Dafne y Apolo
Si yo fuera una prenda sería... un pañuelo (para llevar al cuello)
Si yo fuera un regalo sería... un libro
Si yo fuera un juego de mesa sería... el parchís (estilo mi madre)
Si yo fuera un mueble sería... la cama
Si yo fuera un perfume sería... Flore, de Carolina Herrera
Si yo fuera un personaje histórico sería... Leonor de Aquitania
Si yo fuera una estación del año sería... otoño
Si yo fuera una fecha sería... 27 de abril
Si yo fuera una hora del día sería... las dos de la mañana
Si yo fuera un mes sería... abril
Si yo fuera un día de la semana sería... jueves
Si yo fuera un momento del día sería... la tarde
Si yo fuera un lugar sería... la playa
Si yo fuera una ciudad sería... Sevilla
Si yo fuera un planeta sería... otro habitado
Si yo fuera un continente sería... Europa
Si yo fuera un mar sería... Mediterráneo
Si yo fuera un número sería... 8
Si yo fuera una sensación sería... visual
Si yo fuera un estado de ánimo sería... alegre
Si yo fuera un pecado sería... la gula
Si yo fuera una edad sería... 28
Si yo fuera una palabra sería... gracias

Les paso el meme, si les apetece hacerlo, a Mª Jesús y Pedro.

lunes, 21 de junio de 2010

Llegó el verano

El chamán señaló con su bastón el altar de piedra donde se había posado el primer rayo de luz


El avellano del zahorí vibró frenéticamente ante el hallazgo


No había planes mejores que aquél


¡Qué viene, qué viene!


Había llegado la hora de


o en su otra vertiente


Tampoco faltarán



Es un derecho, pero si no te toca, al menos será buena señal


Y siempre hay uno que deja huella



¡Llegó el verano!


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