El canto de los grillos permite conocer con precisión la temperatura exterior, gracias a que estos insectos, de sangre fría, son muy sensibles a los cambios y lo reflejan en su canto. Con un sencillo cálculo es posible saber la temperatura Fahrenheit contando el número de chirridos por minuto de un grillo. A la cifra resultante hay que restar 40, y luego dividir esa cantidad entre cuatro y después sumar 50. Lo que queda es la temperatura en grados Fahrenheit.
Un cálculo más sencillo, pero menos exacto, consiste en contar el número de chirridos que emite el grillo en 14 segundos y luego sumar 40.
En ambos casos, si se quiere conocer la equivalencia en grados centígrados es recomendable echar mano de la calculadora: reste 32 a la temperatura en Fahrenheit y divida entre 1.8. El resultado serán los grados centígrados.
Un cálculo más sencillo, pero menos exacto, consiste en contar el número de chirridos que emite el grillo en 14 segundos y luego sumar 40.
En ambos casos, si se quiere conocer la equivalencia en grados centígrados es recomendable echar mano de la calculadora: reste 32 a la temperatura en Fahrenheit y divida entre 1.8. El resultado serán los grados centígrados.

Utilidad del verano: en la siesta no son los cri cri los que nos molestan, sino las altas temperaturas, !que ya nos avisan estos bichejos!.