My phrasebook

Siempre recibimos cuando damos.

Una canción

martes, 21 de julio de 2009

Chipiona, 1899

El pintor sevillano José Jiménez Aranda pasaba los meses de verano en la localidad gaditana de Chipiona, como hacen ahora, más de 100 años después, miles de paisanos, convirtiendo el enclave turístico en el referente de los que huyen de la canícula sevillana.

La imagen corresponde a uno de las obras que el pintor realizó en una de sus frecuentes estancias. Se trata de una vista de la playa de las Canteras con el campanario del santuario de Regla al fondo, el pedregal en primer plano y varias figuras diseminadas paseando a la orilla del mar.

Es una obra intimista, realizada al aire libre, más propia del disfrute íntimo de quien halla solaz en un merecido descanso lejos del ajetreo rutinario, que de la pública y multitudinaria exposición. La contraposición lineal de los planos entre el pedregal y el arenal que sirve de paseo se ve interrumpida por la presencia repentina del mar que con su cromatismo azulado y el romper de las olas acompañan el dinamismo de las figuras humanas captadas con gran verismo por la luz blanca del mediodía. En el ángulo inferior derecho se lee la dedicatoria del autor a su amigo el doctor Pedro Ruiz.


Sugerencias de verano (2): haz propio el lugar que visitas estos días, siéntelo como tu pueblo o tu ciudad, conócelo, trata a sus gentes, zambúllete en su historia y paladea sus costumbres. Por muy "conocido y visto" que te resulte, te sorprenderá.

lunes, 20 de julio de 2009

Tal como son

Siguiendo el "nomenclátor" de Ese:

1. El chico de la jungla
2. El cienciologo
3. Canosoman
4. Algo pasa con ella
5. La señora Kutcher
6. La niña de Talavera (también ex Pitt)
7. Pitt
8. El elegido
9. La cleptómana (dejémoslo en eso)
10. Governator Chuache

domingo, 19 de julio de 2009

Tal como eran

¿Los reconocéis? La mayoría si, ¿verdad?, por debajo de múltiples arregos. La solución mañana.

jueves, 16 de julio de 2009

John Kennedy Jr.

Hilvanamos las noticias de la actualidad a nuestros quehaceres más cotidianos, de tal modo que engarzamos unos recuerdos y otros para que nuestro discurrir en el mundo vaya acompañado de toda la parafernalia que rodea a la más rabiosa actualidad. Hay ocasiones en que, pareciendo dicha asociación un fiel reflejo del gran teatro que es el mundo, los acontecimientos más graves o trascendentales nos pillaron en las situaciones más insignificantes o irrisorias.

Todo esto se resume en la famosa coletilla: ¿Dónde te cogió...?

Hoy se cumple el décimo aniversario de la muerte de John Kennedy Jr. Un muchacho que me caía bien, o más que bien, dado que en mi familia los Kennedy de Masachusetts nos son tan familiares como la parte de la familia que vive en Jerez.

Dejando a un lado, el corolario de conocidas fatalidades de dicho clan, aquella muerte me dejó sin desayunar y aún recuerdo cómo supe de la noticia.

Fue un fin de semana especial. Aquel verano resultó fantástico y en post sucesivos, aprovechando que han pasado justo 10 años, lo iré contando. Me encontraba en Cazorla, donde me había alojado en el recién estrenado albergue juvenil de la localidad. Con unas instalaciones fantásticas y una ocupación casi de temporada baja que recuerdo perfectamente aunque no he vuelto a ir. Aún recuerdo el portón tachonado del antiguo palacio que había sido aquel edificio y cómo aquella chica pelirroja de nariz respingona se despidió efusivamente de mí con una sonrisa pícara que describía mi estado de ánimo. Después de unas vacaciones inolvidables me disponía a encontrarme con mi novio para recorrer juntos aquellos parajes. La idea, no podía ser de otra forma, había partido de mí. En vez de permanecer los quince días previstos, los acortaría aprovechando que coincidía con el viernes. Con la excusa de recogerme y pasar el día juntos en Jaén, era mi novio el que me tenía reservada una sorpresa.

Nos encontramos en la plaza principal conforme se va bajando. Después de recorrer la localidad me dice que tenemos tiempo de echar un vistazo a Úbeda. Aparca en la explanada de la Iglesia del Salvador y me propone tomar un refresco en el Parador. Entramos y se dirige hacia un ascensor. Yo me quedo mirándolo sin entender qué hace y él hace un ademán despreocupado con la mano. Le sigo y al final de un pasillo entramos en la habitación más bonita que había visto en mi vida. Aquella noche fue la única ocasión en que he dormido bajo un dosel.

Nada más ver a mi novio le había bombardeado a preguntas para enterarme de las noticias. Era un año previo al fenómeno Gran Hermano y yo ya sabía lo que era estar aislada durante una quincena y conviviendo con personas que no conocía en absoluto. Mi inconsciencia no se vio eclipsada por un aluvión de novedades y las respectivas familias también se encontraban bien, pasando sus vacaciones tranquilamente. Al día siguiente, por la mañana, al entrar en el comedor para desayunar, me abalanzo sobre una mesita donde se amontonaba la prensa.

Ocupando la primera plana de un medio que lo había fotografiado desde el primer instante de su vida, su rostro sonriente, símbolo de su nación, parecía saludarme en claro contraste con el penumbroso shock en que me había sumido.

- ¡Ha muerto John John!
- John ¿qué?
-¡Menos mal que no había pasado nada!

Mi novio mira impertérrito el Abc que le he dirigido con destemplanza a los ojos. Lee el breve titular y deduce por el apellido de quién se trata.

Yo a partir de entonces no soy la misma. Después de quedarme un rato embobada haciendo memoria del muchacho -Virginia, ¿de verdad que no quieres la porción de mantequilla?-, siento deseos de charlar con mi hermana - De ninguna manera que me he traído el móvil de la empresa-.

Mi novio me miraba entre desconcertado y divertido. En realidad me conocía sobradamente como para sorprenderse de mi actitud aunque por su carácter noble no me reprochó que me pasara todo el tiempo pensando en el nota en vez de disfrutar del desayuno que tomábamos juntos en la antigua casa del Condestable Dávalos.

Ávida de noticias como estaba (cómo había ocurrido), de detalles de la tragedia (que si él pilotaba), de oír una y otra vez las manidas frases (la tragedia de los Kennedy).

John Kennedy Jr. no hizo mucho en su vida. Decir eso no lo favorece en absoluto pero esa es la imagen que nos querían vender y pienso que él optaría por no desmentirla. Más guapo que su madre pero menos carismático que su padre, el niño que nació en una casa blanca que ni resultaba ser un hospital ni como el resto de los hogares, era recordado como el huérfano que conmovió al mundo (a un mundo aún acongojado por el magnicidio) con su balbuceante saludo militar.

Luego creció sobreprotegido por una riqueza que le era tanto propia como postiza, lucía modas hippys, que no estilos, entre innumerables acontecimientos familiares más tarde, de vez en cuando se escapaba algún flash en las exclusivas fiestas de Manhattan que iban a parar a su siempre elegante figura.

No fue político como le correspondía por herencia familiar pero coqueteó con actividades pseudopolíticas, la mayoría de ellas consistirían en convenciones Demócratas que contaban con su reclamo. Se había graduado en Historia y posteriormente en Leyes. A la tercera aprobó un examen que lo capacitaba como abogado auxiliar de distrito. Era finales de los 80 y el yuppismo de la década se esculpía a base de gominas y tirantes. Él siempre aportó un aire fresco y jovial. Que si iba en metro, que si hacía jogging por Central Park. Perseguido siempre por decenas de paparazzis que le apodaron John John. La elegancia innata que poseía se desprendía tanto de sus impecables smoking como de sus camisetas sudadas. Su imagen, era una postal más de Nueva York.


Hetero hasta la médula o tan pichabrava como su padre, hablando en plata, su lista de romances era larga pero también variopinta. La farándula y el cine eran granero de sus conquistas no siempre acorde con el muchacho. No en vano, el ¡Hola! sólo tildaba de "informal" a la hortera de Daryl Hannah cuando ambos estuvieron liados. Fue el soltero neoyonquino más cotizado o el...

En un momento dado se sumergió en el mundo editorial con la fundación de la revista política George de la que se recuerda más el primer número con la caracterización de Cindy Crawford a lo George Washington que el año en que desapareció del mercado a manos de otro editor. Aparentemente fue una empresa fracasada que nació y se nutrió de millonarias inversiones pero que mostró el lado más jocoso y a menudo transgresor del joven vástago con entrevistas al archienemigo Castro o a Mike Tyson en la cárcel y aquellas declaraciones sobre sus primos Joseph y Michael involucrados en varios escándalos "como los mejores ejemplos de prototipos de mala conducta". En varias ocasiones habló con entusiamo de la labor periodistíca y de que por primera vez sentía que algo era suyo porque lo había creado no porque le venía dado.


Pero eran tantas cosas las que les venía dada: atractivo, riqueza, romances. Hay quienes hablan de él como una persona educadísima y muy sencillo. Las maneras cordiales y exquisitas (herencia "francesa" de Jackie) y la simpatía y deportividad (herencia all american de JFK) confluían en él. Quizás por esa mezcolanza y porque las palabras bíblicas que tanto citaba la matriarca Rose ("A quien se le dio mucho, se le reclamará mucho) fueron las que marcaron su vida de 38 años. Amante de animales, solía pasear con su perro Friday. Estuvo en España prácticamente de incógnito, concretamente en Zafra donde hizo una donación a la Hermandad del Cristo de la Humildad y Paciencia. Y deportista empedernido. Su muerte no sólo es trágica (e incluso con tintes absurdos) sino que está impresa por ese modo de vida que los mortales comunes ni tenemos ni entendemos.


John Kennedy Jr. se estrelló en la avioneta que pilotaba mientras se dirigía junto a su esposa Carolyn (gélida rubia, de atractivo descolorido pero con mucha clase) y su cuñada Lauren Bessette a Martha's Vineyard (Massachusetts) donde se celebraba la boda de su prima Rory (hija de Bob). Un vuelo al atardecer en unas condiciones de escasa visibilidad para un piloto no experimentado al que el día anterior habían quitado la escayola de una pierna.

Joven, enérgico, vital. Como si cada dia fuera el último atardecer.



Me he permitido una pequeña licencia dramática, la portada del Abc fue ésta.

martes, 14 de julio de 2009

Descubriendo al mito

La muerte de Michael Jackson ¿vuelve? a poner de actualidad a aquellos considerados como mitos. Da igual que ya nadie escuchara sus canciones, que en el fondo cayera bien o mal, si alguien famoso muere joven, de forma trágica y/o repentina, la mitomanía ve incrementada su lista de adeptos.

Durante años ignoré a personajes con tal etiqueta. Rehuía de los clichés manidos que siempre le endosan a los mitos. Pero caí en el error de considerar a determinados "personajes" basándome precisamente en sus inseparables tópicos.

De tal modo consideraba, por ejemplo a Marilyn Monroe, una rubia oxigenada excesivamente erotizada. Aunque una de mis películas preferidas es Cómo casarse con un millonario (por la presencia de efigie de mi adorada Lauren Bacall) y en mi top ten cinéfilo se encuentra Con faldas y a lo loco, ignoraba películas suyas hasta que la "descubrí" en Niágara. Luego la preferí "a lo natural" en Vidas Rebeldes donde además está realmente encantadora.

Con James Dean me pasó algo parecido. Pese a saber de él mucho antes de descubrir a Montgomery Clift, nunca me llamó la atención. Nunca me gustó físicamente (esas orejas xD) y no sé por qué pero ninguna de sus tres películas me gustan. Y por razones ajenas a él, créanme. Rebelde sin causa pese a contar con el incomprendido Sal Mineo y la no menos turbadora Natalie Wood no me llama la atención como hito juvenil de los 50. Al este del Edén siempre me pareció un peñazo (o la única vez que la vi allá por los 80) y Gigante casi lo mismo. Esta última cuenta con prefes míos como Rock Hudson y la incomparable Liz Taylor pero su excesivo metraje, su rocambolesco desarrollo y el aire de folletín que destila entre pozo y pozo de petróleo se me han indigestado un par de veces.

Volviendo al bueno de Jimmy. Aquél que en sus comienzos juveniles firmaba con un Brando-Clift, que fue el eterno novio de la Pier Angeli y compañero de la eterna enamorada Gerladine Page, entre escarceos y escarceos ("Hay un nuevo talento en Broadway, le dijo Elia Kazan a Clift, le gustan las camareras... y los camareros") y que se estampó en su Porsche 550 Spyder ("Little Bastard").

Aunque cada 30 de septiembre, se me venía, inconscientemente, a la cabeza, no me he enterado hasta ahora de cómo ocurrió realmente el accidente. Aparte de la ironía de que unos días antes previniera a los jóvenes a través de la televisión de los accidentes de coche y de que no iba a tanta velocidad como se creía, había otro sujeto. No sólo iba a compañado de Rolf Wütherich, su mecánico sino que se cruzó con el Custom Tudor que conducía Donald Turnupseed. James Dean camino de la Route 46 para participar en las carreras de Salinas y el joven Turnupseed camino de su casa que gira hacia la Route 41. Dean vio el coche pero su conductor se salta el ceda al paso. Casi 40 años después fallecerá víctima del cáncer. Como dijo un amigo en su entierro, él era el verdadero "Nowhere Man". El resultado, un "siento decirte, muchacho, que te has roto el cuello.", como dijera John Wayne en Río Lobo.

Muere James Dean y nace el mito. Multiseriado y multiposteado, qué fácil resulta vender un pack con sus pelis, en vez de rescatar las viejas escenas catódicas. Una leyenda que a veces se alimenta de ingredientes extras. Porque si trágico fue el fin del chico de Marion, más penoso resulta comprobar el destino de aquellos por los que rularon las piezas del sueño plateado. En este foro, una voz sensata avisa que es para no creer pero sí dudar.

Pero hay un aspecto más interesante que su muerte que no deja de ser morbosa. Y no lo es por que pertenezca al ámbito más íntimo de la celebridad sino porque nos muestra su faceta más de artista que de estrella, más irónico que de imagen rebelde parapeteado tras su sombrero tejano y un sempiterno Winston.

Han salido a la luz los dibujos que realizaba mientras representaba El Inmoralista, la controvertida obra de Gidé que supuso su primer triunfo en Broadway.

Unos dibujos garabateados en servilletas u octavillas sueltas, hechos con la premura de los escasos momentos de descanso entre ensayos, con una gran carga de ironía sobre el mundo del espctáculo, de trazos de tinta apresurados en las caricaturas y dedicados a quienes apreciaba, especialmente dedicados a su compañera de reparto y una de las mujeres que más le marcaron, Geraldine Page. La misma que se se enfrentó a Billy Rose, el productor, cuando éste lo despidió. Por el inmeno amor que le tuvo y porque supo ver el talento que alumbraba el muchacho. No en vano, Elia Kazan, al término de una de las funciones, le ofreció el papel de Cal Trask, al haberlo rechazado Montgomery Clift.


Pueden ver más dibujos en este blog.

En el primer dibujo es la cabeza de Brando la que se sirve en bandeja. Parece ser que por aquella época el astro no le hizo caso pese a las insistentes llamadas de teléfono (costumbre que también tenía con Clift)

domingo, 12 de julio de 2009

City Quiz (5)

¿Qué ciudad es?


Pista 1: No es una ciudad española.

Es la ciudad de Dubrovnik (Croacia). Acertada por Javi27.

City Quiz (4): Lantau

sábado, 11 de julio de 2009

A lo MacGyver, ¿cuál corto!

Asoma desafiante su grácil curvatura que sobresale del resto de compañeros. A un primer vistazo lo he podido localizar. Acercarme será fácil pero entonces perderé campo de visión. Soy consciente de que si amplío el campo de observancia no será el único ejemplar que descubra pero eso me pondrá de malhumor por lo que me concentro en esta única pieza. Se encuentra en una zona que mis dedos recorren con frecuencia en un gesto que me identifica, por eso llevo días mirándola desde el rabillo del ojo.

Es perfectamente identificable. Su corta longitud lo hace erguirse pero es el color, el anormal color, lo que le convierte en el blanco de mi enfurruñamiento. Sus compañeros deberían apartarse de él. Por traidor. Y por adelantado. Aún no debería presentarse y ya está aquí alardeando de las experiencias que la vida me depara. Uno más de los cronómetros que muestra el cuerpo. Pero que a mí (como a tantas personas) le resulta especialmente fastidioso. Y no quiero peinarlas como dice el refrán.

Por eso decido tomar mis tijeras de la manicura para acabar con este rebelde. No uso la pinza por aquello de la multiplicación por siete que dice otro refrán. La tijera, es pequeñita y manejable, con las hojas curvas. La acerco, va apartando matojos, hasta asegurarme de que la pieza queda en medio.

¡Zas!

Cae un puñado pero no está entre ellos. Vuelvo a mirarlo y ahora asoma entre dos compañeros más. Acerco las tijeras pero lo pierdo de vista.

En las pelis cuando hay que cortar un cable siempre eligen el rojo y si alguien le sopla al protagonista cuál es la que desactiva la bomba, éste acabará cortando la azul, que es la que no le habían dicho, a 3 milésimas de segundo de la cuenta atrás.

Pues así estoy yo cada vez que me corto una cana de las sienes. Cada vez que veo una, me armo de paciencia para separar el resto de pelos compañeros que la rodean y aunque afino al cortarla siempre corto un puñaíllo. Menos mal que tengo bastante cantidad de pelo. Ya sé que es una medida inútil y lo que tendría que hacer es teñirme el pelo (y cortarme la horrorosa coleta que me acompaña desde hace un año), pero me entretengo porque he descubierto que me relaja.

* Post relacionado: La primera cana

martes, 7 de julio de 2009

Para los que no tenemos tiempo

Pincha en cada uno de estos enlaces y ganarás tiempo:

· Pelar un huevo duro de forma ultrarrápida

· Atarse las zapatillas

· Pelar las patatas en tiempo récord

· Tranquilizar a un bebe

· Enfriar latas de Bebidas

· Abrir botellas sin abrebotellas

· Quitarse la camiseta

· Hacer sorbete

. Enrrollar / desenrrollar auriculares

. Pelar un plátano

. Aparcar (estilo Bond)

miércoles, 1 de julio de 2009

¡ Despegamos !

Empezamos la 2ª temporada de Sugerencias de Verano y os invitamos a viajar. Se puede viajar sin trasladarse, sólo con la imaginación, sin salir de casa.

En este viaje nos desplazaremos pero no seremos conscientes de que estamos viajando. Sólo hay que tener los ojos muy abiertos, la mente despejada de ideas y muchas ganas de descubrir todo lo que nos rodea, estemos donde estemos.


* Punto de partida: Estación de Oriente, Lisboa

El arquitecto Santiago Calatrava dejó su impronta en mi ciudad surtiendo de filigrana el paso del río Guadalquivir. La ciudad se renovaba para la Exposición Universal de 1992 y seis años después, la ciudad lusitana para un acontecimiento similar, le confiaba la construcción de la Estación de Oriente. Un magno proyecto para revitalizar el transporte metropolitano y ferroviariao.

Las maneras apuntadas en el Aeropuerto de Bilbao se consolidan y se redefinen en la que puede considerarse la construcción más escultórica de Calatrava. Siendo ésta de dimensiones mucho mayores, no destaca sólo por su grandiosidad sino por una estilización de las formas que nos evocan el esqueleto de una catedral gótica. La estructura no está al servicio de la edificación sino que se muestra (como en el High-Tech), en la ductilidad de los materiales, en este caso con una graciosa exquisitez. Aquí la ingeniería se pone al servicio de la obra aportando los cálculos y el desarrollo de nuevos materiales. Donde mejor se observa es en el interior, con ese bosque ramificado de palmeras de vidrio y acero. Una sorpresa aguarda al curioso que se adentre a la zona comercial. Las estructuras de las nervaduras son tan accesibles que se mezclan con el utilitarismo de una escalera mecánica o la entrada de las tiendas.

No obstante, a la entrada se comprueba la inmensa proporción del edificio que como símbolo de la renovación de la ciudad, era el objetivo que perseguían quienes encargaron la obra. A todo ello se suma la funcionalidad más absoluta de un espacio donde decenas de miles de viajeros toman un autobús, un metro o un tren.



* Próxima parada: Metro de Moscú

Nada puede ocultar una obra de arte. Ni siquiera la que se encuentre soterrada bajo kilómetros de tierra.

Cuando uno se sumerge en el metro moscovita la primera impresión que recibe es que parece encontrarse en el Gátchina. Como si hubieran encontrado bajo tierra un palacio que se encontrase en perfectas condiciones, con sus arañas de cristal, las pinturas enmarcadas en dorados bruñidos, las molduras de los techos abovedados nobles materiales como el mármol.

Y de repente se oye una voz masculina y al rato otra femenina. Es el indicativo de que en la linea 5 que es la circular y que conecta con todas, un convoy viaja en el sentido de las agujas del reloj o viceversa. Y en el resto de lineas radiales, las voces masculinas indican que la linea se acerca al centro de la ciudad y las femeninas que se alejan. Estamos en un palacio sí, por algo lo llaman el "Palacio del Subterráneo", el de más densidad de viajeros del mundo.

Empezó a construirse en 1935, prolongándose la apertura de estaciones hasta mediados de los años 60. Cada estación tiene su propia decoración. Entre las principales, destaca la Kíyevskaya, dedicada a la amistad con el pueblo de Ucrania, de ahí que sea el motivo predominante en las vidrieras y pinturas. Cuidado con perderse pues hay túneles a gran profundidad por aquello de los refugios de la Guerra Fría.



* Una encrucijada: Ponte Vecchio, Florencia

En nuestro recorrido son muchos los obstáculos que debemos salvar. En esta ocasión un primoroso puente es la pasarela que nos hace cruzar el río Arno. El más antiguo, el más pintoresco, el más maltratado y el más fotografiado. Estampa bellísima de la ciudad, con sus tres ojos y la colorida balconada que da fe del bullicio crematístico de sus habitantes desde centurias remotas.

Desde que los romanos trazaran una pasarela de madera sobre macizas columnas de piedra, desde que Taddeo Gaddi lo rescatara de las inundaciones, desde que el Bargello autorizara los establecimientos de tiendas, desde que los Médici lo recorrieran por el corredor Vasariano que lo corona, desde que fue enigmáticamente salvaguardado por los nazis, desde que Lucy Honeychurch sintiera su corazón turbado mientras unas hojas caían al río desde el puente viejo...

Miles de seculares voces nos susurran en cada una de sus piedras, los testimonios murmuran al compás con que las tranquilas aguas lamen sus cimientos. Se hunde en el agua el esplendor y la magificiencia, el olvido y la decadencia parecen diluirse en un fiel reflejo de la corriente fluvial. A lo largo de sus 84 metros de longitud, toda una historia hemos recorrido.



* Aterrizaje: Aeropuerto de Pekín

La Terminal 3 se inauguró en vísperas del acontecimiento que requería esa ampliación del aeropuerto de Pekín: las Olimpiadas de 2008. Desde entonces, el flujo de pasajeros no ha disminuido convirtiéndolo en el de mayor tráfico aéreo siendo además el aeropuerto mayor del mundo (es en realidad la mayor construcción que existe en la actualidad). El encargo recayó en el británico Norman Foster.

De apariencia sencilla, las líneas de diseño de dos Y convergentes, conforman la silueta de un dragón para adentrarnos en un espacio único donde la arquitectura más avanzada va de la mano de la tecnología más sofisticada. La inmensa superficie, cifrada en casi un millón de metros cuadrados también provocan esa apariencia de baja altura de la cubierta, que sin embargo está formada por elementos cuadrados -rojos y amarillos- superpuestos en 7 niveles. Desde el aire, lógicamente, es donde se aprecian estos detalles. Oriente simbólico y Occidente funcional se dan la mano en lassuaves ondulaciones que apreciaremos desde nuestro avión.







La luz se filtra a través de más de 300 claraboyas triangulares, atraviesa miles de tragaluces y nos envuelve en los tonos cálidos que recuerdan a la Ciudad Imperial.




Cuando partas hacia Itaca
pide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimiento
.

Kavafis

Sugerencia de verano: cuando viajas, todo es un descubrimiento.

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