My phrasebook

Siempre recibimos cuando damos.

Una canción

jueves, 23 de septiembre de 2010

Hicieron bien en juntarse (When legends gather, 5)

En esta ocasión no hay fotos de grupos sino que los encuentros "extraños" se dan de dos en dos, ya saben lo que abundan las extrañas parejas.


Woody Allen & Michael Jackson


William Burroughs & Joe Strummer


Marguerite Duras & Michelangelo Antonioni


Sal Mineo & James Cagney


Bowie & Liz

jueves, 13 de mayo de 2010

Sombra aquí, sombra allá, y rivalidad de por medio

Si tenemos en cuenta que hasta 1981 no aparece la categoría de Mejor Maquillaje en los Premios Oscar, siendo un elemento imprescindible en el cine por los efectos de la iluminación y recurrente en el teatro, es un indicio de que no tenía ningún mérito la pericia en ese gremio de la caracterización. En primer lugar porque la tradición que llegó al cine es que los actores debían saber maquillarse y también porque precisamente muchos actores al no triunfar acababan dedicándose a eso.

En el ochenta por ciento de las películas rodadas entre 1920 y 1950 aparece el apellido Westmore en el apartado del Make Up.

En 1917, George Westmore fundó el primer departamento de maquillaje de la historia del Cine. Este cockney judío fabricante de pelucas llegó a Hollywood donde continuó con su profesión que amplió al mundo de la peluquería en general y al del maquillaje. Con él se inaugura una dinastía del carmín y el postizo que continua hoy día brocha en mano con resultados de estrella en el Paseo de la Fama incluida.

Sus hijos, los mellizos Perc y Ern tenían 9 años cuando pasaron de desenredar bisoñés a ayudarle en la fabricación de pelucas. Y junto a su otro hermano, Monte, trabajaron con el padre en el maquillaje del Rey de Reyes de Cecil B. de Mille. Tarea nada fácil si tenemos en cuenta que el actor que encarnaba a Jesucristo era H.B. Warner, aficionado a la bebida y que solía llegar cada mañana a los estudios abotargado y ojeroso (por si no conocen al actor, es el farmaceútico de Qué bello es vivir).

Perc, Wally and Bud Westmore

George Westmore destacó entonces por no adscribirse a ningún estudio, en realidad todos contaron con él, Universal, Paramount, Warner, Rko. Decidió abrir su propio salón de belleza en Hollywood Boulevard pensando que las estrellas de Hollywood confiarían en él para sus fiestas, más allá de los retoques profesionales. Pero no tuvo suerte.

En realidad hacía tiempo que había sido destronado como el rey del rizador de pestañas. Pero lo que no puso soportar, nunca, fue que lo fuera por sus propios hijos. Fue su hijo Monte quién le depiló las cejas a Rodolfo Valentino, se las rediseñó, le untó los labios con vaselina para darle brillo y creó su look de peinado hacia atrás y patillas recortadas en ángulo.

Cuando ampliaron el departamento de maquillaje, nombraron jefe del mismo a su otro hijo Wally y en 1931 su hijo Ern le reemplazó en Cimarrón. Monte Jr. sería el encagado de Lo que el viento se llevó.

Hollywood prefería a los vástagos que al progenitor. Aquello fue demasiado para George, que no soportó la rivalidad de sus hijos, una numerosa prole que parecía que había aprendido demasiado bien el oficio.

Un día de 1931, se preparó su propio potingue y lo ingirió. Murió por envenenamiento de mercurio.

Biografía en Wikipedia: Como sólo estaba la biografía en inglés, la he redactado en español basándome en este mismo post. Se puede comprobar en el Historial donde sólo aparece mi nick.

jueves, 4 de marzo de 2010

Hicieron bien en juntarse (When legends gather, 4)

Jul Brynner y Gene Kelly


Dolores del Río, Basil Rathbone, Gary Cooper y Lili Damita


Lana Turner, Ross Hunter y Constance Bennett, 1965


Tony Curtis, Edith Head, Anne Baxter y Omar Shariff


Shirley Temple and Ginger Rogers at the 56th Academy Awards, April, 1984.

lunes, 20 de julio de 2009

Tal como son

Siguiendo el "nomenclátor" de Ese:

1. El chico de la jungla
2. El cienciologo
3. Canosoman
4. Algo pasa con ella
5. La señora Kutcher
6. La niña de Talavera (también ex Pitt)
7. Pitt
8. El elegido
9. La cleptómana (dejémoslo en eso)
10. Governator Chuache

domingo, 19 de julio de 2009

Tal como eran

¿Los reconocéis? La mayoría si, ¿verdad?, por debajo de múltiples arregos. La solución mañana.

lunes, 23 de febrero de 2009

Hollywood mira a Bollywood

El premiar a Slumdog Millionare es un desenlace, cuanto menos brusco, del viraje que ha tomado la industria hollywoodiense en las últimas ediciones de sus premios Oscar.

Unos premios tan criticados (como todo lo que huela a yankee, por cierto) y que siempre han concitado ese amor/odio de estar atento a su resultado para luego defenestrar todo lo que premiaba. Y unos premios que siempre se ha llevado mal con un sector, más o menos amplio, de la crítica, donde los más "sesudos" aún andan reponiendose de las laureadas Bailando con lobos, Braveheart, Una mente maravillosa o Crash. Cuatro malas películas que se aunaron en su año, que muchísimos han visto y que bastante recuerdan tiempo después. Y tienen en común un reconocidísimo e incuestionable aire hollywoodiense; esto es, americanismo, espectáculo, despliegue de medios, historias llenas de emoción y todo lo que nos recuerda al star system.

Últimamente hasta Robert Redford se quejaba de que su festival Sundance ya no era tan indie como antes. Indie. Manido palabro que se aplica a producciones pequeñas, con directores/actores desconocidos, de productoras ajenas a Hollywood, de rodajes rápidos, con escasez de medios, de difusión por el boca a boca, de taquillazos inesperados, aupados como la sorpresa del año. Un término que pierde lógicamente la frescura con la que nació y que Hollywood ha querido hacer suyo: las pretendidas Pequeña Miss Sunshine, Juno, Entre copas o Lost in traslation.

Yo siempre he sido una entusiasta seguidora de los Oscar. Me gusta Hollywood de la que prefiero que tenga más escándalos y vicios que aciertos y virtudes. Adoro la parafernalia de la que, haciendo alarde, siempre se ha rodeado y lo concibo como puro entretenimiento. Sigo afirmando que esa es la base del cine. Es Arte, sí; puede ser aleccionador, también; no concibiría la vida contemporánea sin sus imágenes y diálogos; pero es la fábrica de sueños.

No entiendo ese afán de Hollywood por volverse tan serio. En la inmensa cantidad de festivales con sus premios y distinciones, hay de todo tipo como para premiar lo intelectual, lo artístico, lo espectacular, lo propio, lo extranjero.

Se supone que se se premia a la mejor película. El problema radia en que llevamos años asistiendo a una lastimosa selección donde cada vez "cuesta" más encontrar algo digno.

Slumdog Millionaire es una buena película, pero no una gran película. Tiene muchas virtudes como la forma tan realista de mostrarnos lo que hay: el mundo globalizado en el que vivimos pero cinematográficamente puede ser un desastre con un inicio confuso, que aleja el interés del espectador y un final maniqueo que raya lo infantil. Tiene un excelente desarrollo que emociona y nos hace reflexionar pero no es una película redonda. No llegará a convertirse en un clásico.

La alternativa a no premiarla era El curioso caso de Benjamin Button, una película meliflua de muy buenas intenciones en su corte clásico y con mejores empeños en las interpretaciones. Hollywood la ha ignorado en su afán por hermanarse con su bulliciosa rival: la industria india que la supera en réditos, llamada Bollywood. No obstante, Slumdog Millionaire no es un ejemplo de ese cine derrochador en colores, bailes y bellezas (salvo en el baile del tren), es precisamente la antítesis, la que muestra la fealdad de la pobreza de los niños, los más débiles e indefensos. Es la película repudiada en su mismo escenario, la India.

Como ya comenté no vi la gala. Parece que ha sido más dicharachera que en años anteriores con los pasos marcados por Hugh Jackman. Me he parado a ver los bailes y sobre todo a esos quintetos arropando a los ganadores en plan mosqueteros (un guiño al lema de los niños de Slumdog Millionaire) , se deberá a que echo de menos que se premie a películas como Gladiator, Chicago, Sin perdón o American Beauty.

Hollywood cambia, de acuerdo, es positivo; yo señores, soy demasiado nostálgica y pelín mitómana para ello.

jueves, 19 de febrero de 2009

Por tercera vez hicieron bien en juntarse

Raymond Burr, Barbara Stanwyck y Fred Astaire

Orson Welles y Fernando Rey

Dean Martin y John Wayne

Danny Kaye y Richard Attenborough

The Wings & Jackie O.

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