

Luego la vi como la recatada Licia en mi peli prefe de de romanos, Quo Vadis, con un Robet Taylor de galán entregadísimo. Y parecía mayor para el papel pero lo hacía tan bien. Como todo lo que hacía. Porque años después la descubrí en la tórrida Karen de De aquí a la eternidad. Aunque ya para entonces, volcaba mi mirada sobre el abismo azabache de los ojos de Montgomery Clift. Curiosamente ella era un año más joven que él y han fallecido en fechás próximas a sus nacimientos.

Dicen que fue Grant su mejor paraja a raíz de rodar juntos el melodrama romántico por excelencia y repetidamente actualizado de Tú y yo. Para mí, fue Stewart Granger el que daba la réplica idónea a esta inglesita pelirroja de exquisitos modales y pasiones desatadas como en la aventurera Las minas del Rey Salomón. Además mantuvieron un sonado romance en la vida real (a costa de la insufrible Jean Simmons para más señas).
Finalmente, en la cumbre de su carrera acumulará buenos papeles en sólidas interpretaciones dramáticas. Es la cuenta que tengo pendiente: Días sin vida, Mesas separadas, Tres vidas errantes. Además de la británica Narciso Negro.