El pasado lunes 10, más de 100 tibetanos exiliados comenzaron una marcha desde la población india de Dharamsala, para protestar contra el gobierno chino en la región himalaya. La "marcha del regreso", como se conoce, conmemoraba el 49º aniversario del fallido levantamiento tibetano contra China.
Desde entonces se ha producido una nueva crisis tibetana con centenares de muertos y mutuas acusaciones entre el Dalai Lama y el primer ministro Wen Jiabao a cinco meses de que se celebren las Olimpiadas de Pekín 2008.
La l
ucha por la independencia del Tíbet no es tan simple como parece, es la consecuencia de una intrincada historia y de la manipulación junto a las ansias de poder que lamentablemente puede llevar a cabo una religión como una ideología más.
El último emperador chino Aisin Gioro Puyi de la dinastía Ching (o Quing, 1644-1911) aceptó que no era sostenible su gobierno y se pactó que él recibiría una pensión vitalicia y así dejaría que se conformara un gobierno republicano. Al mismo tiempo varias provincias se estaban declarando independientes pero la comunidad internacional no las reconocía. Tíbet y Mongolia fueron dos de estas provincias. Desde Beijing se conformó un gobierno republicano aglomerando todo el territorio que había reunido la dinastía Ching, todos aceptaron menos Mongolia mientras que los representantes de Tibet sí aceptaron entonces pertenecer a China. Sin embargo, en 1907 Gran Bretaña y Rusia habían firmado un tratado en San Petersburgo con China donde reconocían la independencia de Tíbet. Esta dualidad de documentos prevalece. El Tíbet aceptó en ese tiempo que sería parte de China con la condición de que solo dejaría que el ejército ocupara su territorio pero las decisiones internas de la provincia serían tomadas por el Dalai Lama. Así que no es nuevo que el ejército chino esté en territorio tibetano.
El budismo que se practica en esta región tiene ciertas similitudes con el hinduismo como es la excesiva estratificación social con monjes cuyas familias (sí pueden tener hijos) forman una privilegiada clase social económica e intelecual, obviamente religiosa, y se perpetúan las castas. Se puede decir que los monjes están temerosos de perder su clase y prestigio social si China lleva a cabo medidas que van en contra de las costumbres y tradiciones del lugar. Por ejemplo los recién nacidos suelen ser llevados a los monasterios para
que se hagan monjes, de lo contrario están en peligro de morir, ya que la población civil vive en extrema pobreza. El gobierno chino aprobó una ley que lo prohibía, diciendo que sólo pueden convertirse en monjes a partir de los 18 años y por su propia voluntad. También se esforzó en mandar muchos niños a estudiar a Beijing y a otras regiones y luego los regresa a Tibet, en un afán por mostrarles lo diferente que es el mundo afuera de la tradición tibetana. El recién construido tren que conecta Lhasa, la capital de Tibet con otras ciudades de China es mal visto por el Dalai Lama porque pone en peligro el entorno natural de Tibet aunque también teme la apertura de la sociedad tibetana al mundo. China no hace esto por humanidad, sino porque sabe que legitimizarse en este territorio es importante ante el apoyo de Estados Unidos a Tibet. Otra ley del gobierno chino abolió la esclavitud. El sistema tibetano incluía servidumbre de civiles a los monjes, estos sirvientes no poseían nada, practicamente eran esclavos, quizás ellos no se daban cuenta porque lo hacían según principios religiosos. El propósito del gobierno chino era nuevamente quitar poder a los monjes, pero sin duda era un logro social que tuvo consecuencias benéficas.
Desde entonces se ha producido una nueva crisis tibetana con centenares de muertos y mutuas acusaciones entre el Dalai Lama y el primer ministro Wen Jiabao a cinco meses de que se celebren las Olimpiadas de Pekín 2008.
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El último emperador chino Aisin Gioro Puyi de la dinastía Ching (o Quing, 1644-1911) aceptó que no era sostenible su gobierno y se pactó que él recibiría una pensión vitalicia y así dejaría que se conformara un gobierno republicano. Al mismo tiempo varias provincias se estaban declarando independientes pero la comunidad internacional no las reconocía. Tíbet y Mongolia fueron dos de estas provincias. Desde Beijing se conformó un gobierno republicano aglomerando todo el territorio que había reunido la dinastía Ching, todos aceptaron menos Mongolia mientras que los representantes de Tibet sí aceptaron entonces pertenecer a China. Sin embargo, en 1907 Gran Bretaña y Rusia habían firmado un tratado en San Petersburgo con China donde reconocían la independencia de Tíbet. Esta dualidad de documentos prevalece. El Tíbet aceptó en ese tiempo que sería parte de China con la condición de que solo dejaría que el ejército ocupara su territorio pero las decisiones internas de la provincia serían tomadas por el Dalai Lama. Así que no es nuevo que el ejército chino esté en territorio tibetano.
El budismo que se practica en esta región tiene ciertas similitudes con el hinduismo como es la excesiva estratificación social con monjes cuyas familias (sí pueden tener hijos) forman una privilegiada clase social económica e intelecual, obviamente religiosa, y se perpetúan las castas. Se puede decir que los monjes están temerosos de perder su clase y prestigio social si China lleva a cabo medidas que van en contra de las costumbres y tradiciones del lugar. Por ejemplo los recién nacidos suelen ser llevados a los monasterios para

El exilio del actual Dalai Lama es consecuencia de la represión comunista del gobierno chino ante las religiones. Destruyeron templos en toda China, no sólo en Tibet, pues también han perseguido al cristianismo en todas sus confesiones. Posteriormene los gobernantes enriquecidos, reconstruyeron algunos templos (como el palacio imperial entre otros monumentos) pero dejando claro la nefasta relación que se establece entre el poder, grupos religiosos y dinero.
Es extremadamente difícil tomar una posición con relación a este conflicto actual en Tibet, es finalmente un problema de intereses políticos de ambas partes. El budismo en su forma tibetana también es usado para preservar poderes, y en China la apertura a Occidente que se hizo a raíz de aprobar la propiedad privada no hace sino acrcentar las diferencias entre ricos y pobres.
Se ha hablado de boicot a las Olimpiadas. Y ayer mismo durante la ceremonia del encendido de la antorcha en el Olimpo griego un manifestante logró colar una bandera (con 5 esposas a modo de anillos olímpicos) y exhibirla ante el representante chino. Unos instantes tan sólo. En seguida fue apartado y la censura china nuevamente impone silencio.
Se ha hablado de boicot a las Olimpiadas. Y ayer mismo durante la ceremonia del encendido de la antorcha en el Olimpo griego un manifestante logró colar una bandera (con 5 esposas a modo de anillos olímpicos) y exhibirla ante el representante chino. Unos instantes tan sólo. En seguida fue apartado y la censura china nuevamente impone silencio.

Para evitar los juegos olímpicos, considero que es tarde y lo más adecuado hubiera sido no concederle esa sede hasta que en unos años China no sólo sea un gigante económico sino un garante de derechos civiles.