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lunes, 10 de mayo de 2010

El origen de las Universidades

Aunque el programa Erasmus no se llame así por el humanista del Renacimiento Erasmo de Rotterdam (su nombre responde a las siglas European Region Action Scheme for the Mobility of University Students -Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios- pero creo que indirectamente influyó la figura del pensador en su denominación), el Plan Bolonia sí fue firmado en esa ciudad italiana, lo cuál no es casualidad.

La Universidad de Bolonia fundada en el año 1088, es considerada la más antigua de Europa (*). En España, es la de Palencia, fundada por el rey Alfonso VIII de Castilla en 1208 aproximadamente. Apenas tuvo continuidad y pocos años después nacería la de Salamanca, la primera en Europa en tener el título de "Universidad". Junto a la de Santiago de Compostela (la Fonseca de la popular canción), la Complutense, Granada y Sevilla son las más emblemáticas de España en cuanto a antigüedad.

Esto es en el mundo occidental pero no debe considerarse una creación europea. La educación, sobre todo la de los niños, estaba organizada desde siglos anteriores. En la Antigüedad clásica existieron escuelas y grandes filósofos fueron educadores de personajes no menos célebres e importantes de la Historia (Platón, Aristóteles, Séneca). Pero es en Oriente, en China, la India, donde encontramos escuelas superiores antiquísimas. Tradición que pasó a las escuelas persas y árabes. En el mundo musulmán, las llamadas madrasas eran escuelas adheridas a la aljama (la mezquita principal de la ciudad) que impartían, estudios principalmente teologales.

Todo este bagaje tuvo su influencia, sin duda, pero no fue la causa de que en la Baja Edad Media (siglos XIII-XV), Europa quedara sembrada de Universidades: Sorbona, Oxford, Coimbra, Lovaina, St. Andrews, Basilea, etc.

Para rastrear los orígenes de la Universidad en Europa, debemos acudir a la característica que ofrece la misma época de su nacimiento a lo que se une la tradición propia de educación que había en el Occidente medieval. La cultura grecolatina quedó muy resentida de los movimientos de pueblos germánicos que propiciaron la caída del Imperio Romano (el año 476 d.C. es la fecha clave de ello). Europa cambió sustancialmente en los primeros años de la Edad Media, ofreciendo ya, aspectos más medievales que de su pasado romano. Lo más llamativo será la ruralización creciente que conlleva no la desaparición de las ciudades pero sí su lenta decadencia demográfica, urbanística y social. La cultura queda en manos de la Iglesia, la cuál también queda involucrada en ese proceso de tal manera que, los grandes centros religiosos, como se sabe, radican en monasterios, institución entonces típicamente rural. En la soledad del inmenso campo de la época, rodeado de frondosos e ignotos bosques, el trabajo individual del monje amanuense, más dócil que intelectual, será la herramienta fundamental para la conservación, tranmisión y por último enseñanza de la cultura clásica. Aunque será la latina la más mimada. La Iglesia de entonces repudia lo clásico por sonar a pagano pero considera un acto divino de salvación la conversión al Cristianismo. No será casualidad, por tanto, que las obras de la Patrística, escritas en medio de convulsos años sean las que queden al resguardo, así como otros autores más o menos reconocidos pese a su paganidad. El caso más significativo es el de Platón por su filosofía, considerada muy próxima al Cristianismo (en aspectos com la concepción del alma o la práctica de virtudes). En los monasterios hubo pequeñas escuelas, inspiradas en el modelo curricular benedictino, que acogían a hijos de la nobleza, fundamentalmente a aquellos que nacían en tercer lugar y eran destinados a la vida monacal.

La Plena Edad Media (siglos XI-XII) es la etapa que hace de bisagra preparando los cambios que se avecinan con la Baja Edad Media. El surgimiento, cada vez más pujante, de un grupo social como es la burguesía, ligado al comercio y las profesiones liberales y por tanto con una mentalidad abierta alejado de férreas y pétreas convicciones sociales como es el caso de la nobleza, junto a un aumento considerable de la población y una serie de imperceptibles pero notorios adelantos tecnológicos (la apertura de espacios agrícolas fue la que produjo en realidad el boom poblacional), conllevan al resurgimiento de las ciudades.

Los monasterios ceden paso a las catedrales y serán las escuelas catedralicias los gérmenes de las futuras universidades europeas. La universidad por tanto es genuinamente urbana, aupada por la burguesía y nuevas ordenes religiosas (dominicos y franciscanos). El término Universitas hacía referencia a cualquier comunidad agrupada con un fin. Serán los profesores los que se agrupen para garantizar su autonomía basándose en la conocida "libertad de cátedra" y también los estudiantes. Algunas de estas escuelas alcanzan el grado de Studium Generale cuando reciben a alumnos de otras diócesis y expiden títulos con validez fuera de ellas.

En un mundo cambiante, las nuevas fuerzas sociales y económicas de los gremios y la burguesía en general, se apoyarán en las Universidades como vía de superación y diferenciación. En Italia, con un poder tan fragmentado hubo comunas municipales que consiguieron consolidarse y dieron lugar a repúblicas tan florecientes como al de Florencia o Venecia. La Iglesia sustenta un enorme poder temporal y auspicia la creación de universidades. Las Universidades tendrán sus propios estatutos y recibirán privilegios jurídicos y sociales por parte del poder civil y el papado.

Es en esta época cuando se recupera el Derecho Romano, cuyo estudio se realiza en las universidades y se convertirá en la especialidad de la de Bolonia. También se recupera la obra de Aristóteles, prácticamente un desconocido debido a que su obra provenía de traducciones del griego al árabe. El pensamiento platónico también cede al aristotélico.

La organización de los estudios universitarios era como la conocemos hoy día. El cambio ha sido cuantitativo en cuanto a número de estudios y estudiantes y la progresiva mercantilización que sufre hoy día la institución (pocos somos ya los que estudiamos por amor al conocimiento). Cada Universidad se organizaba en Facultades y se distinguían las Menores (Lógica, Aritmética, Arte y Música) de las Mayores (Teología, Derecho Canónico, Derecho Civil y Medicina). Las primeras eran preparatorias de la segundas. La enseñanza universitaria se basaba en cuatro pilares: Lectio, Qaestio, Disputatio y Determinatio. La relación entre profesores y alumnos era muy estrecha y se sucedían vivas y acaloradas disputas intelectuales con fluidas comunicaciones epistolares. Una vez finalizados los estudios se obtenían los títulos de Bachiller, Licenciado y Doctor.


(*) Para algunos, la más antigua sería la escuela médica de Salerno fundada en una fecha imprecisa del siglo X. No tuvo continuidad hasta que se refundó. Para otros se trataría de la escuela de san Clemente en la ciudad macedonia de Ohrid (antiguo reino de Bulgaria) que data del siglo IX.

4 Comments:

Unknown said...

Importante el tema de la "mercantilización" no solo por parte de los estudiantes, sino de los mismos maestros. Es una pena, pero por ejemplo en mi carrera no se aprende prácticamente nada hasta que no sales a hacer práctica. Los años que te lleves allí....
Y te lo digo con conocimiento de causa...

Saludos.

RAMPY said...

Hola, Zinquirilla, me ha encantado tu "repostaje" sobre las Universidades.
Tienes madera de periodista.
Un besazo enorme
Rampy

Zinquirilla said...

DU GUESCLIN, yo creo que en pocas carreras se aprende, al menos pensaba que en las de Ciencias, sí, pero viendo tu respuesta..

Yo siempre quise ir a la Universidad pero no aprendí nada. Estuvimos 3 meses con el garum gaditano porque un nota hizo la tesis entre chapuzón y chapuzón en Bolonia.

En la wikipedia viene la siguiente opinión, cuanto menos controvertida:

"Aún cuando en algunos países, la Universidad debe por ley ser sin fines de lucro, son de todas formas empresas a estos efectos.

Las empresas no sólo tienen por rol cumplir con su cometido comercial, en este caso educar, sino que también tienen la responsabilidad, fuerte responsabilidad social, de formar profesionales.

Hay entonces una doble responsabilidad; por un lado tiene el deber de formar profesionales socialmente responsables y por otro debe ser socialmente responsable y generar los profesionales que la sociedad requiere para su desarrollo, y a su vez no generar más egresados que los requeridos por el mercado.

Se debe destacar, como se señala en el Portal de Responsabilidad Social Corporativa, el rol esencial de los estudiantes (mirados incluso como consumidores) de realizar un “consumo responsable”. Esfuerzo que muchas veces se ve perjudicado por la falta de información de lo que el mercado necesita realmente. Esta carencia de información afecta sobre todo a las personas de menores ingresos, quienes en muchos casos son los primeros profesionales de la familia y no tienen redes sociales suficientemente fuertes como para asesorar en la toma de decisiones, o bien no tienen los recursos suficientes para optar por lo mejor."

Un abrazo.

Zinquirilla said...

RAMPY, qué "esagerao" eres, jeje. Pero me alegro de que te haya gustado el post.

Un abrazo.

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