Recientemente, el flamencólogo Juan de la Plata recordaba a mi abuelo en un artículo. Éstas eran sus cariñosas y sentidas palabras:
"Y, en eso, nadie ganó nunca a un modesto trabajador, a un obrero de los talleres del diario 'Ayer', llamado Dieguinchi Moreno Iglesias, que si no usaba más 'terno' que un mono de trabajo bien limpio y 'escamondao', sus zapatos eran los más relucientes y brillantes que paseaban por Jerez.
A su memoria dedico este recuerdo, porque fui compañero suyo y porque, además de ser una gran persona, cantaba como los mismos ángeles".
Leer el artículo.
Todos los días le recordamos porque honda fue su presencia entre nosotros y desde mi blog me gusta recordarlo en el día que siguió el compás de las bulerías celestiales.
"Y, en eso, nadie ganó nunca a un modesto trabajador, a un obrero de los talleres del diario 'Ayer', llamado Dieguinchi Moreno Iglesias, que si no usaba más 'terno' que un mono de trabajo bien limpio y 'escamondao', sus zapatos eran los más relucientes y brillantes que paseaban por Jerez.
A su memoria dedico este recuerdo, porque fui compañero suyo y porque, además de ser una gran persona, cantaba como los mismos ángeles".
Leer el artículo.
Todos los días le recordamos porque honda fue su presencia entre nosotros y desde mi blog me gusta recordarlo en el día que siguió el compás de las bulerías celestiales.
4 Comments:
Precioso recuerdo, Zinquirilla; las personas que nos han querido siempre estarán ahí, junto a nosotros. Es de una de las pocas cosas que estoy totalmente seguro, y soy de ciencias.
Saludos.
Tiene que ser muy emotivo que te encuentres con sorpresas como esa
Besos
a los amigos de verdad no se los olvida nunca, por muy separados que estemos
Bsos ;)
Du Guesclin, es un recuerdo muy entrañable el que guarda este cronista jerezano de mi abuelo.
Luz de gas, lo fue y no sabíamos nada. A casa llega El Diario de Jerez que mi madre se lee de cabo a rabo y esta mención aparece justo al final del artículo. Mi madre, se me emocionó mucho y yo me encargué de locaizarlo en Internet.
Luisnmi, mi abuelo siempre decía que había que tener amigos hasta en el infierno, estoy seguro que tiene muchos en el cielo.
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