Esta carta ha salido publicada en ese semanario y la transcribo aquí como señal de lo que yo he vivido con los alumnos a los que les he dado clases en 4 centros diferentes durante 7 años.
Siempre digo que es el "alumno bueno" el gran perjudicado: tardamos en sabernos su nombre, o no sabemos qué les pasa, si tienen problemas, qué les gusta. Porque sacan buenas notas y sobre todo porque son "buenecitos" en clase. No pretendo que los alumnos estén sin pestañear y quietecitos en sus pupitres escuchando la perorata que les suelto. Al revés, mis clases procuro hacerlas participativas, les hablo mucho de la actualidad, les hago preguntas para que razonen o para que aprendan a defender aquello con lo que están de acuerdo (o en desacuerdo).
Pero esa clase no es posible llevarla a cabo con alumnos con aprendizajes deficitarios, necesidades educativas agudas, mala educación recibida por sus padres o simplemente que son los alumnos de 13-14 años que no hubieran cursado un Bup y que sí están en Eso.
Yo abogo por una separación por notas. Tácheseme de elitista pero mis miras son el resultado no sólo académico sino también personal de alumnos que se merecen una clase en condiciones. Todos merecen el mismo respeto pues todos son personas pero si en un saco de manzanas hay un gusano, mejor sacar la manzana podrida fuera del saco que dejarla dentro. No en vano, precisamnete los alumnos de buen comportamiento y buenas notas (no tiene por qué ir unido) son los que sufren las humillacioones y malos tratos que les inflingen los alumnos con comportamiento nefasto y sin ganas de estudiar.
Culpen al alumnado
Veo en la portada de XLSemanal el tema de moda: el informe PISA. Tengo 17 años y estudio 2º de Bachillerato de Humanidades en Cádiz, la peor provincia dentro de la peor comunidad de uno de los países de menor nivel, según el informe.
No he repetido nunca y he mantenido siempre una media entre el notable y el sobresliente, leo uno o dos libros por semana y me encanta. Y me pregunto, ¿de qué se sorprende la gente?. ¿No esperaban estos resultados?. La ESO es una pesadila llena de gente que no quiere estudiar y le fríe las clases al resto. Y el bachillerato, una pesadilla excesivamente corta en la que, dentro del nivel bajo, suben muchísimo el rasero respecto de la ESO y pretenden prepararte en un solo curso (en el que me encuentro) para la selectividad.
No pienso que toda la culpa sea de los políticos. Tampoco de los profesores, que a menudo no saben qué hacer para llegar a las mentes de su auditorio. Sí tienen más culpa los padres, que pasan de todo y se acostumbran a los suspensos.
Pero la mayor responsabilidad la tienen los alumnos que se ríen de los profesores; los alumnos que, ante el empeño de docentes entusiastas porque lean o debatan bostezan; los alumnos que rechazan al diferentre y condenan al ostracismo al que estudia.
¿Quieren culpar a alguien? Culpen al alumnado, entre el que me incluyio. Y sí quieren saber quién los hizo así, miren alrededor y vean los estímulso que tuvieron.
P.V.R. - El Puerto de Santa María (Cádiz)
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